Él tenía el “quiero” y vos te mandaste con el quiero vale cuatro, tres o uno aceptando ir a ese hotel/alojamiento. Algunos consejos útiles para que además de querer que te den bomba también lo pases bomba!
1) Una vez que entraste al cuarto, no pierdas tiempo en el baño intentando convertirte en la femme fatale. Te llevaría el turno entero acomodarte el pelo revuelto y el rímel corrido después de la revolcada previa en el auto. Un poco de desodorante y si es posible quedate en bolas, recordá que una vez que están en la cama al pibe le da lo mismo que tengas la tanga de encaje o el bombachón faja que te disimula la famosa buzarda producto de tu lastre diario! (jamás se dará cuenta).
2) Tampoco comentes boludeces tales como: “Que raro que no haya venido nunca a este telo, está muy bueno. En el que estuve anoche tenía demasiados espejos”, porque si al pibe se le había cruzado por la mente pensar que eras algo mas que un garche, a partir de ese comentario vas a ser solo eso!
3) Cuando ya estés lista para el baile, no pierdas el tiempo investigando la función de los diez mil botones al pedo que tenés al costado de la cama. Eso sí, intentá encontrar el que regula la música, no sea cosa que justo esté el animal de Arjona cantando que hay pingüinos en la cama como si una estuviera haciendo una orgía con los militantes de “La Cámpora”.
4) Una vez que están en pleno momento de exaltación sexual, ni se te ocurra ofenderte si el susudicho te manda alguna guarrada tipo “QUE TROLA SOS” (nótese que he sido bastante sutil en la frase). Contestale que sí, que sos una yegua solo con él. Total en cinco minutos mas no se va a acordar de nada, con suerte quizás tu nombre!
5) Después de haber intercambiado fluídos y que ya les avisaron que se acabó el turno con un disimulado “gracias por haber venido a "Vos y yo y los demás también", intentá no ponerte a juntar ,con cartera en mano, las chucherías (llámese cepillo de dientes, pasta dentífrica, gorra de baño, etc) delante del pibe. Si hay miseria, que no se note!
6) Cuando el tipo te esté llevando a tu casa, puteando por dentro porque vivís en el culo del mundo, ni se te ocurra decirle: “te noto raro, ya no me das tanta bola como anoche”, porque no solo te va a poner la música a todo lo que da para no escucharte aunque se perfore el oído, sino que una vez que te deposite en tu casa ni siquiera se va a tomar el laburo de mentir y mandarte la frase típica de “te llamo” o “ hablamos”.
Si decidís ir a un telo sé práctica. Gozá y olvidate de mantener una postura (salvo en la cama y si son varias mejor aún) Y siempre recordá que en este tipo de lugares “LO MAS IMPORTANTE NO ES QUE VUELVAS, SINO QUE ACABES”.
