lunes, 19 de octubre de 2009

El Sabelotodo

El sabelotodo tiene un grave problema: estar con él es más aburrido que chupar un clavo.

Es ese novio que te llevaba al guindado en Palermo y en vez de besarte empezaba: “Los árboles del fondo son acacias, Alicia…atrás hay un ombú del 1900 y este tronco donde vamos a escribir nuestros nombres con dos corazones es igual al árbol donde construyó su casita Robinson Crusoe

Es ese marido de tu amiga, que mientras ella está hablando relajada con vos sobre lo rica que es la milanesa de soja al oreganato, entra en la conversación y le dice: “No te creas que por ser de origen vegetal es ecológico, la milanesa de soja es transgénica y esto quiere decir que quizá en un futuro puedan salirnos aletas en la espalda o un tercer ojo en la frente…”

El “sabelotodo” es tu cuñado, que todos los domingos repite de pe a pa la formación de la selección uruguaya del 50, cuando a nadie le importa porque ni siquiera hay un uruguayo en la familia.

Es ese taxista que cuando una está apurada por llegar volando a Corrientes y Maipú, por ejemplo, para frente al obelisco, pone las valizas y empieza: (TONO ANÉCDOTA) “usted sabe que antes de 1930, cuando Corrientes todavía era angosta, el tranvía doblaba justo en esta esquina y Carlitos Gardel no llegó a conocer el obelisco, por un año no más

Y finalmente: es Roberto, por supuesto: que lo agarrás in fraganti comentándole a un desconocido en la cola del supermercado : “lo más terrible de dormir en el campo es la gran cantidad de picaduras de insectos de toda clase con las que uno amanece, pero lo mejor es ver a las luciérnagas volando y haciendo figuras”. Y una que sabe que Roberto en su vida estuvo en el campo. ¡El único pasto que conoce es el de la cancha!
Basta de Robertos sabelotodos!!!!!!

1 comentario:

musicaendirecto dijo...

una amiga lo puso en el muro de su facebook ( Ani) y dije, mmm, ¿ qué será este plomo?, y leí el primero y me fui enganchando y riéndome a pata suelta, te felicito, sos buena y como decíamos en el barrio, sos buena de verduca y siguiendo con lo de chapado a la antigua y como me escribía mi dulce maestra de primero inferior en el boletín: ¡adelante!