miércoles, 28 de octubre de 2009

¿Funcionan las veladas románticas?

A veces las mujeres pensamos que con una velada romántica lo vamos a conquistar… Pero hoy quiero que nos llamemos a la reflexión: ¿Realmente funcionan las veladas románticas?

¿Funciona ponerse ese pantalón ajustado tan provocativo que cuando te sentas a la mesa se te raja justo en el medio del culo frente a la mirada atónita de todos los comensales?

¿Funciona ponerse ese maquillaje que nos costo el sueldo del mes y con el calor de las velas (propicias para la velada) comenzar a transpirar hasta quedar con la cara tipo tablero de ajedrez?


¿Funciona pedir un plato sofisticado con nombre desconocido, que cuando lo traen resulta ser aquel mondongo que hacia tu abuela y te agarraban arcadas al sentir el olor?

¿Funciona pasear con él en un romántico Mateo, con riesgo de que se desate una sudestada tan fuerte que el caballo se asuste y entre a correr descontrolado y sin rumbo por avenida libertador?


¿Funciona poner en el auto ese viejo cassette de Palito Ortega de fondo y que se patine la cinta justo en “todo eso se parece.... a la sonrisa de mama” en el mismísimo momento en el estaban por darse el primer beso, y lo que es peor, tener que escucharlo a él diciendo “Susana, disculpame pero me acorde que tengo que llamar a mama”?

Señoras, el romanticismo empieza por casa. ¿Para qué se necesita tanto condimento si al final, el plato fuerte, es una?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial. Entre el mondonguette a la ajopillet que la abuela hacía ya con su ceguera avanzada, y el mateo descontrolado por la calle Beruti, me morí de risa. El plato fuerte es una, decís. El temor masculino es que sea otro mondonguette a la ajopillet con otro nombre!!!

Mk

Gonzalo Núñez dijo...

Muy bueno tu blog.....me alegro mucho que puedas expresarte tal cual sos....te mando un beso